Rozando el limite de lo prohibido

Me siento extraña (más de lo normal). Es como mirarme a un espejo y no reconocerme. Pero no en cuento a lo físico, sino haciendo referencia a un cambio en mi personalidad y forma de ver y percibir el mundo y las cosas que lo componen. "¿Por qué?", me pregunto y luego no entiendo el por qué de qué. Es raro y complicado. Es como si estuviera flotando en una nube de confusiones y transformaciones continuas que no las noto ni las siento en ese momento pero si me doy cuenta tiempo después. Siento cosas que me niego a admitirlas y quiero no sentir cosas que no puedo dejar de sentir. Es increíble como una sola palabra de alguien que realmente te importa puede confundirte y llevarte cambiar todos tus planes de un segundo a otro. Me siento tan manipulable en estos momentos que me detesto (más de lo normal). El hecho es que cuando alguien te daña la herida queda y, aunque es verdad que algún día puede sanar, la cicatriz permanece y si no sano correctamente, puede abrirse y continuar doliendo aún más que al principio. A veces es mejor no pensar demasiado las cosas para no marearte entre tantos pensamientos. ¡Basta!