Rozando el limite de lo prohibido

Dices que amas la lluvia, pero abres tu paraguas cuando llueve. Dices que amas el sol, pero buscas una esquina con sombra cuando el sol brilla. Dices que amas el viento, pero cierras tu ventana cuando el viento sopla. Por eso temo cuando dices que me amas…


Y SI NOS VEMOS EN ALGÚN LUGAR, YO NO SÉ SI IR A HABLARTE O NO SALUDARTE MÁS.